La noticia sobre la compra del Newcastle por un Fondo de Inversión Público Saudí por 300 millones de libras no ha pasado inadvertida. Estaba destinada a ser una compra-venta histórica, que iba a cambiar para siempre al fútbol inglés y al continental, colocando a “las urracas” como uno de los clubes más potentes de la Premier con el punto de mira en las competiciones europeas.
Pero la operación de traspaso del Newcastle a este fondo, podría quedar paralizada tras la petición conjunta realizada por la cadena qatarí BeIN Sports y Amnistía Internacional. Desde 2017, el club propiedad de Mike Ashley, que también es director de la cadena de ropa deportiva Sport Direct, estaba a la venta habiendo sido tanteado por diversos compradores. La operación parecía haberse cerrado hace unos días, cuando se hizo público que se había acordado que un 80% del club pasaría a ser gestionado por un fondo del que es titular el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán.
Escudo del Newscastle United./De charnsitr. Shutterstock.com
El desembolso que se había planteado realizar rondaría los 300 millones de libras, prometiéndose una inyección de capital que lo convertiría en el club más rico de Inglaterra y destinándose unos 200 millones de libras a la inversión en fichajes para reforzarse de cara a la próxima temporada. Sin embargo, todo esto podría quedar en suspenso por las críticas que esta operación ha generado entre varias instituciones.
Derechos humanos y “piratería”
Para oponerse a la venta se arguyen criterios políticos y económicos. Por un lado, para Amnistía Internacional el traspaso del club implicaría una forma de blanqueamiento del régimen saudí, que lograría lavar su imagen y aparcar la violación de derechos humanos con una operación que tiene tintes publicitarios.
Por otra parte, se argumenta que la venta podría servir como cobertura para una operación de lavado de dinero del régimen saudí a través de ese fondo de participación pública. Mayor preocupación genera el hecho de que dicho club pase a ser una plataforma para la red beoutQ, una web que desde 2017 es denunciada por retransmitir de forma ilegal los partidos de la Premier, algo que pone en riesgo los ingresos derivados de los derechos televisivos, que a la postre constituyen la principal fuente de ganancias para los clubes ingleses.
Todo esto se produce cuando las críticas a Ashley habían llegado a un punto crítico. Se culpaba al propietario de falta de interés en la gestión del club y de haber reducido al mínimo la inversión en el mismo. Esto habría provocado el descenso de categoría y el riesgo de desaparición de la entidad.
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